domingo, 10 de febrero de 2008

TRAUMATISMOS

Cualquier caída en un bebé merece una consulta con el pediatra y la visita se hace imprescindible si ha perdido el conocimiento, aunque haya sido brevemente, y muy aconsejable si se ha golpeado en la cabeza o el abdomen. Aplicando lo antes posible hielo envuelto en plástico o una bolsa de alimentos congelados en dos o tres tandas de diez minutos separadas por otros diez, se minimizará la hemorragia y el consiguiente chichón. Es normal que tras el sobresalto y el llanto provocado por una caída, el bebé devuelva un poco o se duerma; pero si presenta vómitos repetidos, no deja de llorar o, por el contrario, se queda adormilado o tan profundamente dormido que cuesta despertarle más de lo habitual, se le debe llevar inmediatamente a urgencias. Cuando tras un traumatismo se observa una deformidad o determinados movimientos provocan el llanto del niño, es posible que se haya producido una fractura; en ese caso, se ha de inmovilizar lo mejor posible la zona afectada en la postura que parezca menos dolorosa antes de transportarle al hospital.

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