martes, 3 de noviembre de 2009

El cáncer de mama, una epidemia que afecta más a paises en desarrollo

El cáncer de mama, una epidemia mundial que afecta más a países en desarrollo
La situación es más alarmante en América Latina, donde la enfermedad ataca a mujeres cada vez más jóvenes, indicó la oncóloga Felicia Knaul, miembro de la Iniciativa de Equidad Global de Harvard, que realizó un informe sobre el tema

El cáncer de mama se ha convertido en una epidemia mundial ya que se cobra un número cada vez mayor de víctimas en los países en desarrollo, reveló un informe difundido por expertos de la Universidad de Harvard.

Al culminar 2009 se habrán diagnosticado en el mundo 1,35 millones de casos, un 10,5 por ciento más que en el año anterior. Muchos de estos diagnósticos se producirán cuando ya es demasiado tarde.

El estudio fue preparado para una conferencia sobre la enfermedad que se realizará entre el martes y jueves próximos en la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard en Boston (Massachusetts).

Según las proyecciones del estudio, la mayoría de los casos se registrarán en los países en desarrollo y para 2020 serán de 1,7 millones, un 26 por ciento más alto que ahora.

Los científicos señalan que más del 55 por ciento de las 450.000 muertes que habrán ocurrido hasta fines de año, se registrarán en países que carecen de recursos para anticipar el diagnóstico o aplicar un tratamiento efectivo.

"Pensábamos que el cáncer de mama era un problema solamente de las mujeres adineradas, pero ahora sabemos que no tiene favoritas. Ataca por igual a mujeres ricas y a mujeres pobres", dijo Knaul.

"La gran diferencia es que para cuando se diagnostica la enfermedad en mujeres pobres, con frecuencia es demasiado tarde para un tratamiento", añadió.

La doctora Knaul, a quien en 2007 se le detectó la enfermedad a los 41 años, dice que es "alarmante" el aumento de la enfermedad en los países en desarrollo, así como en los sectores más pobres de las naciones industrializadas.

Knaul se sometió a una mastectomía total y a 16 sesiones de quimioterapia. La detección fue temprana y espera que eso "me salve la vida".

La socióloga indica que ahora la edad media de detección se ha adelantado en 10 años y en general, más del 50 por ciento de los casos corresponden a mujeres pre menopáusicas.

De acuerdo con el estudio, se calcula que en todo el mundo hay 4,4 millones de mujeres que sobreviven al diagnóstico de cáncer de mama, pero se desconoce cuántos millones viven sin saber que padecen la enfermedad, especialmente en países subdesarrollados.

El informe cita cálculos de la Fundación Mexicana de la Salud que señalan que solo en América Latina y el Caribe cada año mueren más de 40.000 mujeres de cáncer de mama y que se registran más de 117.000 casos anuales.

Para 2020, habrá 154.000 nuevos casos, lo que representará un aumento del 31 por ciento y la muerte de 52.500 pacientes.

Al referirse a países específicos incluidos en el estudio, el informe indica que la tasa de mortalidad por cada 100.000 mujeres es de 22 en Argentina, 14 en Brasil y 24 en Uruguay.

La posibilidad de muerte es mayor para las pacientes en los países en desarrollo, lo que refleja la desigualdad en la detección y el acceso al tratamiento en comparación con el mundo industrializado.

En los países más pobres la tasa de mortalidad es del 56 por ciento, de 39 por ciento en los de ingreso medio-bajo y de 44 por ciento en los de ingreso medio-alto. Para los expertos, una de las razones del aumento de la incidencia en los países en desarrollo es la "occidentalización" que han vivido, la cual ha dado un mejor estatus socioeconómico y una mayor libertad a las mujeres.

Pero también ha tenido efectos negativos, como el cambio de la dieta, el sedentarismo, la menor cantidad de hijos, la menor lactancia y la terapia hormonal, todos ellos factores de riesgo de cáncer, señala el estudio.

Además, los países en desarrollo tienen menor conciencia de la enfermedad, lo cual, sumado a la detección tardía, la falta de tratamiento y las barreras socio culturales, hace que la incidencia sea mayor.

En el estudio, Julio Frenk, decano de la Escuela de Salud Pública de Harvard, describe ese factor socio cultural en muchos países latinoamericanos. En ellos, "la persistente cultura del machismo significa que las mujeres son reacias a procurar un diagnóstico que signifique la extirpación de un pecho. Muchas rehúsan la atención médica porque temen que sus maridos las abandonen", señaló.

domingo, 17 de mayo de 2009

Fotos de actividades SMPR 2009

9 DE MAYO DE 2009 FERIA DEL BULEVAR




14 DE MAYO CENTRO CRECER N°9 TALLER "VIVENCIAS DEL PARTO"

sábado, 16 de mayo de 2009



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martes, 12 de mayo de 2009


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martes, 28 de abril de 2009

domingo, 26 de abril de 2009

Privado......



A partir del día de la fecha les comunico a todos aquellos que me leen siempre que mi blog "Los Amores de mi vida" será privado y podrán leerlo solo aquellos a los cuales se mande la invitacion pertinente.
Aquellos blogs que no han recibido aún la invitación y desean continuar leyendome les pido que me envien un mail.
Besos y mil gracias
Mai

jueves, 23 de abril de 2009

Desde ahora, cordón umbilical congelado será de uso público

Se guardan - en bancos privados del país - 20.000 cordones umbilicales, con la intención de usarse para curar males futuros. Cualquier persona podrá disponer de ellos, mientras que antes sólo accedían quienes pagaban para preservarlos.



Basándose en los principios de voluntariedad, confidencialidad y solidaridad que caracterizan al sistema de procuración y trasplante en el ámbito nacional, el Incucai, a través de la Resolución Nº 069/09, firmada el 15 de abril pasado, decidió que las células madre, provenientes de la Sangre de Cordón Umbilical (SCU) congelado de todo el país, sean de uso público a partir de ahora. La norma establece que a partir de la entrada en vigencia de la Resolución, las unidades que se colecten para usos autólogos eventuales serán inscriptas en el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH).

Ahora, con respecto a las unidades colectadas con anterioridad a la entrada en vigor de la norma, las mismas deberán ser notificadas al Registro Nacional de Donantes de CPH y los padres podrán optar por incorporar las mismas o no a dicho Registro para su eventual utilización.
Gracias a esto, cuando un paciente en nuestro país o en el exterior necesite de un trasplante de CPH, cuya compatibilidad coincida con una unidad existente, ésta será destinada para el alotrasplante del mismo.Al mismo tiempo, la resolución regula a los bancos privados responsables de la captación, colecta, procesamiento, almacenamiento y distribución.
La misma indica que sólo podrán realizarse en establecimientos habilitados y por profesionales autorizados por el Incucai, al tiempo que les da 180 días para cumplir los requisitos solicitados.
En contraLa decisión ya provocó el malestar en las organizaciones privadas responsables de su conservación, a las que miles de familias pagan para conservar el cordón umbilical y poder usarlo en el futuro para combatir enfermedades. De hecho, Claudio Chillik, presidente de ABC Cordón, que agrupa a los bancos privados, señaló su postura contra la medida.
"Hace seis años que venimos pidiendo una regulación, pero ésta, sin consultarnos, es totalmente arbitraria. Si alguien necesita en el futuro sus células y ya fueron utilizadas, no las va a tener", explicó, por lo cual anticipó que llevarán adelante un recurso de amparo para frenar la resolución.
Una postura intermedia mostró Pablo Argibay, director del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental del Conicet, quien dijo estar de acuerdo con que el INCUCAI regule el uso del cordón, pero no la propiedad: "Yo estoy de acuerdo con que haya bancos públicos, no privados; pero el Estado no puede expropiar el material biológico de una familia. Se debe fomentar el banco público, sin tomar medidas coercitivas sobre el privado", publicó el diario Clarín.

Nota extraída de Infobae

domingo, 19 de abril de 2009

miércoles, 8 de abril de 2009

Mitos sobre la Cesárea (Semana Mundial del Parto Respetado del 11 al 17 de mayo de 2009)

Mitología de la cesárea (desde el útero al infierno y vuelta al mundo)
Curando la herida de la cesárea
Copyright © Jeannine Parvati Baker
Traducción de Ibone Olza

Desde que empezó a interesarme el tema, el parto ha pasado de serbásicamente una expresión activa de las mujeres a ser un acto médicomediante el cual se extrae al bebé.
Cuando tuve mi primer hijo, la tasa denacimientos por vía abdominal no superaba el 10%.
A finales de los noventa,la tasa de cesáreas oscilaba entre el 20 y el 40%, dependiendo de si el hospital realiza docencia o no.
Si es un hospital docente, la tasa decesáreas suele ser más alta.

¿Qué es lo que estamos enseñando?
Mi reacción inicial al comprobar como se robaba el nacimiento a las familiaspara dárselo a los expertos fue la rabia, la indignación, y el enfado que mellevaron a querer hacer algo sobre la epidemia de cesáreas. Mezclada conestos sentimientos estaba mi creencia de que todo en esta tierra sirve parael crecimiento de las almas, todo, incluido las cesáreas. En mi deseo decambiar la manera en que se hacían las cosas, estaba permitiendo que elproblema siguiera igual. A nadie, y menos a una cultura, le gusta que lecambien desde fuera. A mi no me gusta nada que alguien intente cambiarme, ya los médicos tampoco les gusta que yo pretenda cambiar la obstetricia. Dehecho, creo que la única persona a la que le gustan que le cambien es albebé cuando tiene el pañal sucio.
No, antes de que yo pretenda cambiar a nadie, hay una pregunta quedeberíamos hacernos.
La pregunta es ¿de que puede servir el que haya unaepidemia de cesáreas?

La cesárea le sirve al alma del mundo de la siguienteforma. Las madres a las que se les hace una cesárea incian un viaje mítico.Para explicar este mito, o la dimensión transpersonal de la cesárea, os voya contar una vieja historia. De hecho es un relato de la Antigua Babilonia.Cuando escuché esta leyenda, enseguida lo relacioné con la experenciapsicológica de las mujeres que han tenido una cesárea. Escuchar el relato del descenso de Inanna a los Infiernos nos recuerda la dinámica emocional delas mujeres que han sufrido una cesárea. Podemos entender desde unaperspectiva más amplia como puede cambiar el mundo a traves del viaje querealizan las mujeres en el parto, sea por el camino fácil o difícil, y ver el camino para la recuperación. Lo más fascinante del mito es como nospermite ampliar nuestra comprensión y que esta perspectiva siga creciendo.Bajo la luz del mito de Inanna, podemos transformar la epidemia de cesáreasde algo puramente misógino en otra oportunidad que tienen las mujeres de profundizar en su alma y convertirse en sanadoras.
A Inanna se le pide que abandone el mundo y descienda a los infiernos. Cada vez que atraviesa una puerta en su descenso debe hacer una ofrenda. En lasprimeras puertas se quita sus objetos externos: las joyas, la corona, elvelo, la gargantilla. Conforme desciende pierde su vestido, sus medias, su ropa interior, se quita todo. Debe ir más allá aun para poder descender enla profundidad. Se arranca entonces la piel, los músculos, las vísceras,hasta que sólo quedan sus huesos que son colgados en el rincón más remoto del infierno. He aquí Inanna, la Reina del Cielo, reducida a un saco de huesos en lo más bajo del infierno. Esta historia encierra un misteriocentral: sólo cuando la Reina de la Muerte da a luz en el infierno sepermite que Inanna inicie su viaje de regreso. Se pone sus vísceras, sus músculos, su piel. Luego viste su nuevo cuerpo con sus prendas, su vestido,su gargantilla, su velo, su corona y sus joyas. Cuando emerge del infierno lo hace con un cuerpo renovado espiritualmente y radiante por haber viajadoa la profundidad. Ahora es en verdad la Reina del Cielo, por que ha conocidoy trascendido el infierno. Cuando una madre es convencida o incluso obligada a someterse a una cesárease convierte en una ofrenda de sacrificio igual que Inanna: debe descenderpor debajo del nivel egoico de consciencia al lugar donde el mundo terrenaldeja paso al alma. Es una víctima en el sentido original de la palabra,sacrificandose a si misma por el bien de su hijo. Al menos esa es lahistoria que les cuentan a muchas madres que han tenido cesáreas, sea ciertoo no (lo de que la cesárea salvó la vida de sus bebes). La madre ofrecerá su cuerpo, su mente y su alma al sacerdote/médico en el altar de la obstetriciasi esto puede ayudar a su bebé. La anestesia alterará su nivel deconsciencia, su alma viajará por el subconsciente. Será desnudada, su piel,sus músculos, sus vísceras serán manipuladas para que de a luz por cesárea.
Una vez que despierte podrá reclamar un nuevo cuerpo espiritual, una vez,claro está que haya integrado el namiciento y comprendido de que le sirvió asu alma el que su hijo naciera por cesárea.
Cuando las madres que se preguntan "¿de que sirve la cesárea?" se queden sinrespuestas, tendremos la oportunidad real de curar la epidemia. Sino,estamos intentando cambiar el sistema desde fuera. Mi impresión es quecuando las madres dejen de verse como víctimas y empiezan a verse comosanadoras, o chamanes, habrá menos cesáreas en la comunidad. Si por elcontrario siguen sientiendose heridas, culpables, avergonzadas de su experiencia en el parto, serán menos efectivas para cambiar la manera en quenuestra cultura da a luz.Cuando una madre que ha sido abierta empieza a sentir que su cesárea fue unviaje iniciático y se permite explorar los aspectos más profundos de la curación se libera una cantidad enorme de energía psíquica. Reprimir o negarel trauma requiere muchísima energía pero una vez que la experiencia seintegra (es decir, se siente, se expresa y se libera) toda la energía queantes se utilizaba para defenderse se libera para la acción creativa. Una madre que se sienta bendecida, incluso si ella nunca habría pedido de manera voluntaria la "bendición" de la cesárea ni volvería a pasar por ella, es másefectiva para educar a las demás, que una madre que se siente culpable y herida. Cuando Inanna emerge, lo hace radiante por su viaje a la oscuridad.Comparto este mito del descenso de Inanna porque es un arquetipo inusual demadre: la que se haenfrentado a la Muerte en el Parto y ha salido indemne. Las madres que dan aluz de manera natural conocen ese sentimiento de pelear con la Muerte por elalma del bebé que tiene que nacer, las madres que sufren la cesárea conocenalgo de la sombra del alma que una vez que se hace consciente servirá dematrona y de guía para todas las mujeres en el parto. Cuando una mujer da a luz conscientemente a menudo exclama: "Ahora sé que puedo hacer cualquiercosa". En ese glorioso momento, la mujer defiende su derecho pertenencia porel parto a la nueva especie de la evolución -el Homo Divinus- la de loshumanos que son dueños de su propia experiencia. Cuando la mitad femenina dela humanidad recuerde esto, no me imagino como será el mundo. Si no se nosmaltrata a las madres en nuestro momento más esencial de creatividad, y siincluso cuando la cesárea es necesaria la madre vive la cirugía como unviaje del alma, se alcanzará el equilibrio. Sin víctimas, sin opresores. Sinopresores, sin víctimas.
En la historia de Inanna queda claro que ellaeligió bajar a los infiernos, de la misma manera que las madres aceptan sudestino en el parto: sin victimizar a la Diosa en este milenio.Así es como yo veo a las madres: todas son diferentes rostros de la Diosa.
El rostro de Inanna me ha saludado cada vez con más frecuencia en numerososnacimientos de la últimas generaciones. Tiene un rostro firme, fuerte, y lashuellas de su sufrimiento y su alegría se reflejan alrededor de su ojos y de su labios. Habla apasionadamente, como la lava su mensaje que fluye más alláde sus palabras y el sonido de su voz es pura calidez. Nunca cesa depercibir, ella capta las ideas de aquí y de allá para alimentar el futuro.Gracias a su viaje conoce bien la oscuridad, está acostumbrada a losmatices, a las sombras y la penumbra, a las claves para ver más allá. Elrostro de Inanna siempre me invita a profundizar, a ir más lejos. Ellailumina los pasadizos más dificiles, y nos enseña a atravesar cada uno deellos de la mejor manera. Frente a frente con Inanna, veo a las madres del mundo entero, practicamente siempre pariendo de manera natural, porque lascesáreas ya no le servirán al mundo. De esto nos sirve ir al infierno yregresar, para aclarar el camino a las proximas generaciones de manera queel nacimiento pueda iluminar los rostros antiguos y nuevos de la Diosa.
Dedicado a Janice, sanadora extraordinaria.
10 de Enero de 1997Translated by Dr. Ibone Olza
* Retyping effort by Leilah McCracken at BirthLove.com
* This article retyped by Jill McDanal

martes, 10 de marzo de 2009

Agradecemos a:

•Todos aquellos que nos brindaron
tiempo, a los que nos acompañaron
en este inicio.
•También a nuestras familias y amigos
que nos apoyan con mucho amor en
este proyecto.
•A los grandes artistas rosarinos que nos
deslumbraron con sus diferentes talentos.
•A la Municipalidad de Rosario y Remises
Distinción por auspiciar este evento tan
importante para nosotros.
•A nuestros hijos que nos impulsaron a
aprender más sobre la profesión de padres
y así descubrir un mundo diferente, una
manera distinta de parir y nacer. Una
manera distinta de tener un buen comienzo.
•Y gracias a toda la gente que se acerco
hasta aquí.
GRACIAS A TODOS!!!!!!!!!!!!!

Lleqëmn "Dar a Luz"

jueves, 5 de marzo de 2009

Se viene "Día Internacional de la Mujer"

Esta invitación es general para todas las personas que deseen acercarse a festejar nuestro día.

jueves, 19 de febrero de 2009

¿Que hace especial a la leche materna?

Información Especial
Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 18 Numero 3 Año 2006
¿Qué hace especial a la leche materna?
(Why breast milk is so special?)
La razón más común por la cual las madres deciden amamantar, es porque saben que la leche materna es el mejor alimento para sus bebés. La leche materna contiene células vivas, como las de la sangre. Algunos de sus componentes realzan los efectos de otros de manera que sus ingredientes trabajan juntos. Por el contrario, sólo un pequeño porcentaje de los ingredientes presentes en las leches de fórmula se absorbe y la mezcla de estos ingredientes no garantiza que actúen unidos como ocurre en la leche humana.

La leche materna está diseñada para los bebés
La leche humana es específica para la especie. La leche de cada mamífero se ha adaptado para darle a las crías lo que necesitan para garantizar su supervivencia y permitir su óptimo desarrollo. La leche de algunas especies es relativamente alta en grasa para favorecer la formación de una gruesa capa de grasa corporal, mientras que la de otras tiene un contenido alto de proteína que se utiliza para un rápido crecimiento y maduración. Aquellas especies que necesitan fuentes disponibles de azúcar para satisfacer las necesidades de sus cerebros en rápido crecimiento, tienen leches con contenidos altos de carbohidratos. Los humanos son los mamíferos con el crecimiento y desarrollo más lento, pero con el cerebro más avanzado, así que tiene sentido que la leche humana tenga un contenido bajo de proteína y alto de carbohidratos.
La leche materna contiene niveles de vitaminas y minerales apropiados para el bebé sano, nacido a término. Es siempre cambiante: del comienzo de una lactada a su final, de toma a toma, y de día a día. Algunos de los cambios en la leche materna son estimulados por señales dadas por el bebé. Cuando la madre sigue las señales de su bebé, puede estar segura de que él se beneficiará de todos estos cambios. Por ejemplo, si la leche que recibe en una toma particular es baja en grasa (la grasa es el componente más variable de la leche materna), el bebé sentirá hambre más temprano. Si sus señales son respondidas y recibe su próxima toma muy cerca de la anterior, la leche más alta en grasa que recibirá (el contenido de grasa aumenta cuando el seno está menos lleno) asegurará que la ingesta total sea la adecuada.

Composición de la leche en varios mamíferos
Especie %proteína % grasa % carbohidratos
Humanos 1.1 4.5 6.8
Vacas 3.6 3.5 4.7
Cabras 3.1 3.5 4.6
Ratas 11.3 14.8 2.9
Focas 11.2 53.2 2.6
Cerdos 5.8 8.2 4.8
Elefantes 4.9 15.0 3.4
Micos 1.7 1.2 6.9
Fuente: Composición de la leche, Walter L. Hurley, Universidad de Illinois, Urbana-Champaign. http://clases.aces.uiuc.edu/AnSci308/Milkcompsynth/milkcomp_table.html

La leche materna tiene propiedades anti-infecciosas
Las madres que amamantan notan que sus bebés se enferman con menor frecuencia que aquellos que no son amamantados. La leche humana provee diferentes tipos de defensa contra las enfermedades, incluyendo anticuerpos contra patógenos específicos. Contiene así mismo lactoferrina que, aparte de ser la fuente de hierro para los bebés amamantados, parece poseer propiedades antibacteriales y antivirales. Otros componentes de la leche materna protegen a los bebés a nivel molecular, ya que su forma impide el acceso de ciertos patógenos.
Debido a las cualidades protectoras de la leche materna, los bebés que no son amamantados tienen más visitas a las salas de emergencia, hospitalizaciones y tratamientos con antibióticos. Su efecto protector se extiende más allá del destete. La leche humana ofrece protección inmunológica contra muchas enfermedades crónicas. De acuerdo con Resultados de la lactancia versus alimentación con fórmula recopilados por Gina Wall (MN, IBCLC) y Jon Ahrendsen (MD, FAAFP), la alimentación con leche humana está asociada con menor riesgo de las siguientes enfermedades: diabetes, esclerosis múltiple, síndrome de muerte súbita, cáncer infantil, enfermedad tiroidea autoinmune, apendicitis, osteoporosis, enfermedad cardiovascular, enfermedad helicobacterial del píloro (asociada con úlceras gástricas),enfermedad de Crohn, colitis, artritis reumatoidea juvenil, obesidad, tonsilitis, alergias, enfermedad atópica y asma . Aunque las teorías abundan, el mecanismo de estos beneficios inmunológicos a largo plazo aún no es claro.
La leche humana contiene componentes bioactivos que mejoran el crecimiento y desarrollo de los bebés humanos.
Una hormona gastrointestinal, la colecitosquinina (CCK) brinda la sensación de saciedad y bienestar. Durante la succión, la CCK liberada tanto en la madre como en el bebé, produce somnolencia. En el bebé la CCK se eleva en dos oportunidades. La primera elevación ocurre inmediatamente termina la toma y es probablemente inducida por la succión; la segunda ocurre 30 a 60 minutos más tarde debido a la presencia de leche en el tracto intestinal del bebé. La caída de los niveles de CCK 10 minutos después de terminada la toma puede ser una oportunidad para despertar al bebé y ofrecerle el otro seno o permitirle reiniciar la succión y recibir así la leche rica en grasa. Esperar 30 minutos después de la toma antes de acostar al bebé y así aprovechar el segundo pico de CCK, puede ayudar al bebé mantenerse dormido.

La leche humana contiene ácidos grasos esenciales
Los ácidos grasos esenciales presentes en la leche materna optimizan la función cognitiva y la visión del bebé. Algunos estudios han demostrado que bebés prematuros a los que se administró leche materna a través de sonda eran, a los 18 meses y a los 6 ó 7 años, más avanzados en su desarrollo que aquellos con edad gestacional y peso al nacer comparables, a los cuales se alimentó con fórmula.
Estas observaciones hacen pensar que la leche materna tiene un impacto significativo en el desarrollo del sistema nervioso central. Los bebés amamantados poseen, así mismo, mayor agudeza visual. Estos beneficios pueden ser atribuidos a la presencia en la leche materna de largas cadenas de ácidos grasos poliinsaturados.
Aunque algunas leches de fórmula han añadido recientemente estos elementos, se desconoce si tendrán efectos similares a largo plazo.
Las hormonas, células vivas antibacteriales y antivirales y los ácidos grasos esenciales, son sólo algunas de las razones por las cuales la leche materna es ampliamente superior. Es realmente una sustancia única que no puede ser copiada artificialmente.
Problema de salud Duración mínima Duración de la protección Fuente de la lactancia Diarrea 13 semanas 7 años Howie 1990 Otitis media 4 meses 3 años Duncan et al. 1993 Infecciones respiratorias 15 semanas 7 años Wilson et al. 1998 Bronquitis sibilante 6-7 años Burr et al.1993; Porro et al. 1994 Influenza hemofilus tipo b 10 años Silfverdal et al. 1997 Enfermedad de Hoggkings 6 meses Sin especificar Davis, 1998 Fuente: Riordan 2005
Sally Myer Nebraska, Estados Unidos
Traducido por Bárbara de Zuleta de New Beginnings, abril de 2006, publicación de La Leche League, Illinois, Estados Unidos. El artículo había sido publicado originalmente en la Carta de Líderes del Área de Nebraska, Estados Unidos.
Bibliografía
Lawrence, R y Lawrence, R. Breastfeeding; A Guide for Medical Professional. St. Louis: Mosby. 2005.
Riordan, J. Breastfeeding and Human Lactation. Sudbury: Jones and Bartlett 2005.

Mitos y verdades

Mitos falsos sobre la lactancia
(Breastfeeding False Myths)
Por Lisa Marasco
Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 17 Numero 4 Año 2005
A lo largo y ancho del mundo existen ideas, concepciones o certezas acerca del manejo de la lactancia. Unas apoyan a las madres, las dignifican en su quehacer, otras entorpecen el desarrollo de la lactancia o lo truncan tempranamente y al final afectan la salud y sano desarrollo de los bebés, a la vez que llenan de incertidumbre a sus madres. Escogimos algunos mitos que comentamos para tranquilidad de las familias.
Mito 1: Amamantar frecuentemente al niño reduce la producción de leche, produce un reflejo de eyección débil y el fracaso de la lactancia
Realidad: La cantidad de leche que una madre produce llega a su punto óptimo cuando se le permite al niño sano amamantar tantas veces como lo necesite. El reflejo de eyección de la leche opera más fuertemente en presencia de un buen suministro de leche, que normalmente ocurre cuando se alimenta al niño a demanda, es decir, sin imponer horarios.
Mito 2: Una madre necesita amamantar únicamente de cuatro a seis veces cada 24 horas para mantener una buena cantidad de leche.
Realidad: Los estudios científicos demuestran que cuando una madre amamanta frecuentemente desde que nace el niño, con un promedio de 9,9 veces cada 24 horas durante los primeros 15 días, su producción de leche es mayor, el niño aumenta mejor de peso y la madre amamantará durante un período de tiempo más largo. La producción de la leche ha demostrado estar relacionada con la frecuencia de las tomas. La cantidad de leche empieza a disminuir cuando las tomas son poco frecuentes o restringidas. No hay que olvidar que muchos bebés recién nacidos comen cada hora y media o cada dos horas, lo cual es normal y frecuente.
Mito 3: Los niños obtienen toda la leche que necesitan durante los primeros cinco a diez minutos de mamar.
Realidad: Aunque muchos bebés mayorcitos pueden tomar la mayor parte de su leche en los primeros cinco a diez minutos, esto no es generalizable a todos los niños. Los recién nacidos, que apenas están aprendiendo a mamar, no siempre son tan eficientes al pecho y a menudo requieren mucho más tiempo para comer. Poder mamar también depende del reflejo de bajada de la leche materna . Aunque a muchas madres les baja la leche casi inmediatamente, a otras no les sucede igual. En algunas mujeres, la bajada de la leche es escalonada, tiene lugar varias veces durante una sola toma. En vez de adivinar, es mejor permitir que el niño mame hasta que muestre señales de satisfacción, tales como soltarse él solo o tener los brazos y las manos relajados.
Mito 4: Las madres lactantes deben espaciar las tomas para que puedan llenársele los pechos.
Realidad: Cada pareja madre/hijo es única y diferente. El cuerpo de una madre lactante siempre está produciendo leche. Sus senos funcionan en parte como "depósitos de reserva", algunos con mayor capacidad que otros. Cuanto más vacío esté el pecho, más rápido trabajará el cuerpo para reabastecerlo. Cuanto más lleno esté el pecho, más lenta será la producción de leche. Si una madre espera sistemáticamente a que se le "llenen" los pechos antes de amamantar, su cuerpo puede recibir el mensaje de que está produciendo demasiada leche y, por tanto, reducir la producción.
Mito 5: A las ocho semanas de edad el niño sólo necesita entre seis y ocho tomas de leche materna; a los tres meses sólo requiere de cinco a seis tomas; y a los seis meses, no más de cuatro o cinco tomas al día.
Realidad: La frecuencia de las tomas del niño alimentado al pecho varía de acuerdo con varios factores: la producción de leche de la madre y su capacidad de almacenamiento (las madres con más pecho en general tienen mayor capacidad de almacenamiento), así como con las necesidades de crecimiento del niño. Los días en que se producen picos de crecimiento (días de mayor frecuencia) o el pequeño está enfermo, pueden cambiar temporalmente los patrones alimenticios del bebé. Es importante tener en cuenta que el consumo calórico del niño aumenta al final de la toma, así que imponer límites arbitrarios sobre la frecuencia o duración de las tomas puede desembocar en un consumo demasiado bajo de calorías por parte del niño.
Mito 6: Es la cantidad de leche que el niño consume, no si es leche materna o de fórmula, lo que determina cuánto tiempo aguanta un niño entre dos tomas.
Realidad: Los niños amamantados vacían el estómago más rápidamente que los niños alimentados con biberón: aproximadamente en 1,5 horas en vez de hasta 4 horas. Esto se debe al tamaño mucho menor de las moléculas de las proteínas que forman parte de la leche materna y las cuales se digieren con mayor rapidez. Aunque la cantidad de leche que se consume es uno de los factores que determinan la frecuencia de las tomas, el tipo de leche es de igual importancia. Los estudios antropológicos de las leches producidas por los diversos tipos de mamíferos confirman que los bebés humanos están diseñados para recibir alimento con frecuencia y que así lo han hecho a través de la historia.
Mito 7: Nunca despiertes al niño que duerme.
Realidad: Aunque es verdad que la mayoría de los niños indican cuándo tienen hambre, es posible que los recién nacidos no se despierten tan a menudo como lo necesitan, por lo que hay que despertarlos para que coman por lo menos ocho veces cada 24 horas. Quizá no se despiertan a causa de los medicamentos que recibió la madre durante el parto, por ictericia, trauma, chupete de entretención, medicamentos maternos o comportamiento introvertido por parte de los niños a los que se les hace esperar cuando dan señales de hambre. Además, las madres que quieran aprovechar la infertilidad natural que produce la amenorrea durante la lactancia comprobarán que el regreso de la menstruación se demora más cuando el niño sigue mamando de noche.
Mito 8: El metabolismo del niño se encuentra desorganizado al nacer y requiere que se le imponga una rutina u horario para ayudar a resolver esta desorganización.
Realidad: Los niños nacen programados para comer, dormir y tener períodos de vigilia. No es un comportamiento desorganizado, sino un reflejo de las necesidades únicas de cada recién nacido. Con el transcurso del tiempo los bebés se adaptan gradualmente al ritmo de vida de su nuevo ambiente sin precisar entrenamiento ni ayuda.
Mito 9: Las madres lactantes deben ofrecer a su bebé siempre ambos pechos en cada toma.
Realidad: Es mucho más importante dejar que el niño termine de tomar del primer lado antes de ofrecer el segundo, aunque esto signifique que rechace el segundo lado durante esa toma. La última leche (que contiene más calorías) se obtiene gradualmente conforme se va
vaciando el pecho. Sucede a algunos niños, si se les cambia de lado de forma prematura, que se llenarán de la leche primera, más baja en calorías, en vez de obtener el equilibrio natural entre la leche primera y segunda. Como resultado, el niño no se satisfará y perderá peso, y probablemente tendrá cólicos. Durante las primeras semanas, muchas madres ofrecen ambos pechos en cada toma para ayudar a establecer el suministro de leche.
Mito 10: Si un niño no aumenta bien de peso, es porque la leche de su madre es de baja calidad.
Realidad: Los estudios demuestran que aún las mujeres desnutridas son capaces de producir leche de suficiente calidad y cantidad para suplir las necesidades de crecimiento del niño. En la mayoría de los casos, el escaso peso se debe al consumo insuficiente de leche materna derivado de horarios estrictos, de una inadecuada succión o un problema orgánico del niño.
Mito 11: Cuando una mujer tiene escasez de leche, generalmente se debe al estrés, la fatiga o el bajo consumo alimenticio y de líquidos. Realidad: Las causas más comunes de leche escasa son: tomas poco frecuentes y/o problemas con el afianzamiento y postura del bebé al mamar. Ambos problemas se deben en general a información incorrecta que recibe la madre lactante. Los problemas de succión del niño también pueden afectar de forma negativa la cantidad de leche que produce la madre. El estrés, la fatiga o la mala nutrición rara vez son causas de baja producción de leche, ya que el cuerpo humano ha desarrollado mecanismos de supervivencia para proteger al lactante en tiempos de hambruna.
Mito 12: Una madre debe tomar leche para producir leche.
Realidad: Una dieta saludable y balanceada que contenga verduras, frutas, cereales y proteínas es todo lo que una madre necesita para nutrirse adecuadamente y producir leche. El calcio se puede obtener de una gran variedad de fuentes no relacionadas con los lácteos, como las verduras verdes, semillas, frutos secos y pescados como la sardina y el salmón con espina. Ningún otro mamífero toma leche para producir leche.
Mito 13: Chupar sin el propósito de alimentarse (succión no nutritiva) no tiene objeto.
Realidad: Las madres con experiencia en lactancia aprenden que los patrones de succión y las necesidades de cada niño varían. Aunque las necesidades de succión de algunos niños se satisfacen primordialmente cuando comen, otros niños requieren más succión al pecho, aun cuando hayan acabado de comer hace unos minutos. Muchos niños también maman cuando tienen miedo, cuando se sienten solos o cuando algo les duele.
Mito 14: Las madres no deben prestarse a ser el "chupo de entretención" de su hijo.
Realidad: Consolar y suplir las necesidades de succión al pecho es el diseño de la naturaleza para madres e hijos. Los chupones (chupetes, chupos, bobos, pepes) son un sustituto de la madre cuando ella no está. Otras razones de ofrecer el pecho para apaciguar al niño incluyen un mejor desarrollo oral y facial, la prolongación de la amenorrea, evitar la confusión de succión y estimular una producción adecuada de leche que asegure un índice más elevado de éxito de la lactancia. Y sobre todo, un niño tranquilo que encuentra consuelo en su madre, lo cual fortalece su desarrollo emocional.
Mito 15: La confusión tetina-pezón no existe.
Realidad: La alimentación al pecho y la alimentación por biberón requieren diferentes técnicas orales y motrices. Los chupos o tetinas artificiales proveen una especie de "sobreestimulación" en la que los niños pueden fijarse y preferir al pezón, más suave. Como resultado, algunos bebés desarrollan la confusión de succión y usan técnicas no adecuadas para mamar al pecho cuando se les ha ofrecido biberón y pecho. Esto hace que no sean eficientes obteniendo leche y en ocasiones agrietan a su madre.
Mito 16: La lactancia frecuente puede dar lugar a la depresión postparto.
Realidad: Se cree que la causa de la depresión post parto es debida a las hormonas fluctuantes que se presentan después del nacimiento del niño y que puede agudizarse por la fatiga y por la falta de apoyo social. Sin embargo, se da en mujeres que han presentado problemas anteriores al embarazo. Por otra parte, se sabe que las mujeres que amamantan con frecuencia presentan con menos frecuencia depresión post parto.
Mito 17: Alimentar al niño a demanda no facilita el vínculo maternal.
Realidad: Responder de forma sensible y rápida a las señales del niño une a la madre con su hijo de tal forma que se sincronizan, lo cual crea un vínculo mayor. Adicionalmente, un bebé que no llora porque es atendido con prontitud, no genera situaciones de estrés familiar debido a su llanto.
Mito 18: Las madres que miman a sus hijos demasiado y los llevan demasiado en brazos los malcrían.
Realidad: Los niños a quienes se lleva en brazos a menudo lloran menos horas al día y muestran mayores rasgos de seguridad al crecer. Los bebés necesitan la seguridad de los brazos de su madre más de lo que imaginamos.
Mito 19: Es importante que los demás miembros de la familia alimenten al niño para que también ellos desarrollen un vínculo.
Realidad: Alimentar al niño no es la única forma con la que los demás miembros de la familia pueden acercarse al niño. Cargar, acariciar, bañar y jugar con el bebé son muy importantes para su crecimiento y desarrollo, así como para su vínculo con los demás.
Mito 20: El hecho de que sea el niño quien dirija su alimentación (con la lactancia a demanda) tiene un efecto negativo sobre la relación de la pareja.
Realidad: Los padres maduros se dan cuenta de que las necesidades del recién nacido son muy intensas, pero también, que disminuyen con el tiempo. De hecho, el trabajo en equipo que se realiza al cuidar de un recién nacido puede unir a la pareja conforme ambos aprenden a ser padres juntos.
Mito 21: Algunos niños son alérgicos a la leche materna.
Realidad: La leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que el niño puede ingerir. Si el bebé muestra señas de sensibilidad relacionadas con la alimentación, en general se deben a alguna proteína ajena que ha logrado entrar a la leche materna, y no a la leche materna en sí. Esto se remedia fácilmente eliminando el alimento ofensivo de la dieta materna durante un tiempo.
Mito 22: La lactancia demasiado frecuente causa obesidad en el niño cuando él crece.
Realidad: Los estudios científicos demuestran que los niños amamantados autocontrolan sus patrones alimenticios y la cantidad que ingieren, que tienden a consumir la cantidad de leche adecuada para su propio cuerpo. Es la alimentación con biberón y la introducción precoz de alimentos complementarios la causa de que se vean afectados de obesidad al crecer, no la lactancia natural.
Mito 23: Dar el pecho mientras el niño está recostado causa infecciones de oído.
Realidad: Dado que la leche materna es un fluido vivo y lleno de anticuerpos e inmunoglobulinas, el bebé lactante tiene menor probabilidad de desarrollar infecciones de oído, independientemente de la postura que utilice. De hecho, cuando la madre amamanta sentada, el bebé está horizontal en sus brazos. Además, la disposición de los músculos al momento de succionar cierra la comunicación con el oído.
Mito 24: La lactancia prolongada más allá de los 12 meses del niño carece de valor, ya que la calidad de la leche materna empieza a deteriorarse a partir de los seis meses de vida.
Realidad: La composición de la leche materna cambia de acuerdo con las necesidades del niño conforme éste madura. Aun cuando el niño ya es capaz de recibir otro tipo de alimentos, la leche materna es su fuente primordial de nutrición durante los primeros 12 meses. Se convierte en complemento de los alimentos al segundo año de vida. Además, el sistema inmunológico del niño tarda entre dos y seis años en madurar. La leche materna continúa complementando y ayudando al sistema inmune mientras el niño la siga tomando. Investigaciones recientes nos muestran que la leche materna es más rica en grasa y energía después de un año de lactancia: contiene casi 12% más de calorías que la leche de una madre de un bebé recién nacido. Igual sucede con los factores protectores.
Publicado en Leaven, La Leche League International.
Traducción por Norma Escobar y Yanet Olivares. Adaptación para su publicación en Nuevo Comienzo por María Cristina Sáenz en Colombia.

Beneficios de la lactancia

Los beneficios de la lactancia para las madres, uno de los secretos mejor guardados
(Breastfeeding advantages for mothers, the big secret)

Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 14 Numero 1 Año 2002
Por Alicia Dermer, MD, IBCLC.
Realmente pocas personas desconocen los beneficios de la lactancia para los bebés, pero los innumerables beneficios para las madres son a menudo ignorados y hasta desconocidos. Desde el efecto de la oxitocina en el útero hasta la ganancia en calidez emocional, la lactancia da a la madre muchas razones para sentirse a gusto con su decisión. Los efectos, bien documentados están esbozados en este resumen de Breastfeeding Annual International 2001, antología recientemente publicada, y la cual fue editada por Dia Michels, coautor del clásico que defiende la lactancia, Milk, Money and Madness.
Uno de los secretos mejor guardados acerca de la lactancia es que es tan sana para las mamás como para los bebés. No solo permite que la lactancia sea una continuación del proceso que se inició con la concepción y el embarazo, sino que proporciona enormes beneficios para la salud, a corto y a largo plazo. Estos aspectos son pocas veces enfatizados en la consulta prenatal y hasta ignorados en la literatura popular sobre crianza. Miremos los beneficios que la lactancia proporciona a las madres y especulemos por qué tan pocos ven las ventajas.

Efectos fisiológicos de la lactancia
Inmediatamente después del parto, la succión repetida del bebé libera la oxitocina de la glándula pituitaria de la madre. Esta hormona no solo da la señal al seno para que permita que la leche fluya hacia el bebé (lo cual es conocido como “reflejo de eyección” o bajada), sino que simultáneamente produce contracciones en el útero. Estas contracciones previenen la hemorragia post-parto y ayudan a la involución del útero (el regreso a su estado de no embarazo).
En la medida en que la madre amamante exclusivamente sin complementos de fórmula o de alimentos adicionales, o de chupos de entretención, se demora el regreso de sus períodos menstruales (Lawrence and Lawrence 1999). A diferencia de las madres que alimentan con biberón, cuyo período regresa hacia las 6-8 semanas después del parto, las madres que lactan a sus bebés, pueden permanecer amenorreicas por muchos meses. Esta condición tiene el gran beneficio de conservar el hierro en el organismo de la madre y a menudo permite espaciar naturalmente los embarazos.
La cantidad de hierro que el cuerpo de la madre usa en la producción de leche en mucho menor que el que pierde con el sangrado menstrual. El efecto final es un menor riesgo de anemia debido a insuficiencia de hierro en la madre que lacta, en comparación con aquella que alimenta a su bebé con leches artificiales. Entre más tiempo amamante la madre, es más fuerte este efecto (Institute of Medicine, 1991).
Al igual, en lo que se refiere a fertilidad, el método de amenorrea lactacional (MAL) es un método anticonceptivo bien documentado, que brinda un 98-99% de protección contra un nuevo embarazo durante los primeros seis meses de vida del bebé. El período de tiempo entre embarazos que brinda en forma natural el MAL asegura la superviviencia óptima de cada bebé, así como la recuperación física de la madre entre embarazos. Por el contrario, la madre que alimenta con biberón necesita iniciar la protección con un método diferente hacia las seis semanas del parto (Kennedy, 1989).

Beneficios a largo plazo
Cada vez es más evidente que la lactancia proporciona a las madres muchos más beneficios que aquellos durante un corto período después del parto.
Numerosos estudios han mostrado otras ventajas para su salud de las que pueden disfrutar las madres que amamantan. Por ejemplo, perfiles metabólicos óptimos, menor riesgo ante varios tipos de cáncer y beneficios sicológicos.
La producción de leche es un proceso metabólico activo que requiere el uso de 200 a 500 calorías al día, en promedio. Para quemar esta cantidad de calorías, una madre que alimenta a su bebé con biberón debería nadar 30 vueltas en una piscina o montar en bicicleta, colina arriba, durante una hora cada día. Claramente, las madres que lactan tienen una ventaja al perder peso ganado durante el embarazo. Varios estudios muestran que las madres que no lactan pierden menos peso y no mantienen esa condición tan bien como las que si amamantan (Brewer 1989).
Este hecho es especialmente importante para las madres que han tenido diabetes durante el embarazo. Después, del parto, las madres con historia de diabetes gestacional, que han lactado, tienen un menor nivel de azúcar en la sangre que las que no lactan (Kjos 1993). Para esas mujeres que están en un alto riesgo de desarrollar diabetes, la pérdida óptima de peso durante la lactancia, puede hacer que ese menor riesgo de diabetes se traslade a su vida futura.
Mujeres con diabetes tipo I anterior a su embarazo, tienen tendencia a necesitar menos insulina mientras lactan, debido a su reducción en los niveles de azúcar en la sangre. Por otra parte, las madres que amamantan tienen tendencia a tener un alto colesterol HDL (Oyer, 1989). La pérdida ideal de peso, mejora el control del azúcar en la sangre así como el perfil del colesterol bueno debido a la lactancia, lo que redundará, en última instancia, en menor riesgo de problemas cardíacos. Este aspecto cobra especial importancia en poblaciones donde los ataques al corazón son la mayor causa de muerte entre las mujeres.
Otro importante elemento utilizado para producir la leche materna es el calcio. Debido a que las mujeres pierden calcio mientras lactan, algunos profesionales de la salud han creído erróneamente que esto significa un mayor riesgo de osteoporosis para ellas. No obstante, muchos estudios muestran que después de destete, la densidad ósea de las madres que lactaron vuelve a sus niveles de antes del embarazo, y en ocasiones a niveles mayores (Sowers, 1995). A largo plazo, la lactancia da como resultado huesos más fuertes y menor riesgo de osteoporosis. De hecho, estudios recientes han confirmado que las mujeres que no lactaron tienen mayor riesgo de fractura de la cadera después de la menopausia (Cummings, 1993).
Por numerosos estudios realizados con madres no lactantes, se sabe que ellas tienen mayores riesgos de padecer cánceres en el ovario y el útero Es posible que se deba a los repetidos ciclos ovulatorios y la consecuente exposición a más altos niveles de estrógeno debido a la ausencia de lactancia. Se estima que las madres que amamantan de 6 a 24 meses durante su vida reproductiva pueden reducir el riesgo de cáncer del seno entre 11 y 25% (Lyde, 1989; Newcomb, 1994). Este fenómeno puede tener su explicación debido a la supresión de la
ovulación y al bajo estrógeno, así como a un efecto local relacionado con la normal función fisiológica del seno. Esta teoría fue sugerida por un estudio con madres que tradicionalmente amamantaron de un solo seno y tuvieron promedios significativamente más altos de cáncer en el seno que no lactó (Ing, Ho and Petrakis, 2977).
A manera de conclusión. La lactancia reduce los factores de riesgo para tres de las más serias enfermedades de las mujeres: cánceres femeninos, enfermedades del corazón y osteoporosis, sin ningún riesgo significativo para su salud.

Aspectos sicológicos en las madres que amamantan
¿Cómo mide usted la tranquilidad que proporciona tener un bebé que se está desarrollando de manera óptima? ¿Cómo maneja el presupuesto de la leche de tarro y de los incesantes y altos costos médicos?
Los organismos de salud promocionan la lactancia materna debido a las bien documentadas bondades que la leche materna tiene en los bebés, pero no logran convencer a las madres y familias acerca del potencial impacto emocional de esta crucial decisión relacionada con la alimentación de su bebés. En la sociedad occidental, la decisión entre el seno y el biberón se ve todavía como una decisión personal basada en la conveniencia. El posible estrés de vivir con un hijo que se enferma con frecuencia, o la pérdida de ese vínculo único que propicia la lactancia, son a menudo omitidos del proceso de decisión.
La lactancia es mucho más que proporcionar al bebé una nutrición óptima y protección contra muchas enfermedades. La lactancia propicia una interacción única entre la madre y su bebé, una automática cercanía, con contacto piel a piel que le permiten llevar un especial estilo de crianza; las madres que alimentan con biberón deben esforzarse en replicar estas circunstancias. La succión del bebé en el seno produce una condición hormonal particular en la madre. La prolactina, la hormona responsable de la producción de leche, aparece para producir un estado singular de calma en las madres. Se ha visto que las madres que amamantan tienen respuestas menos intensas a la adrenalina (Altemus, 1995).
Este efecto calmante es difícil de medir en sociedades que apoyan poco la lactancia, y donde amamantar más allá de las primeras semanas no es la norma. Las madres que intentan lactar en ese clima a menudo experimentan problemas físicos y emocionales. Ellos son resultado de la falta de modelos en la familia o entre los amigos, e involucran además la gran disponibilidad de las leches de tarro y la falta de acceso a profesionales de la salud que conozcan y apoyen la lactancia.
Aún si la madre logra superar los problemas físicos, posiblemente ella se enfrentará a comentarios negativos como, “¿Todavía lo amamanta?” o “ Tal vez su leche no es suficiente, por qué no le completa con un biberón?” O su jefe puede hacerle imposible continuar con la lactancia al regresar al trabajo. O se puede sentir abochornada de lactar en público. Poco importa que la madre experimente los efectos tranquilizadores de la lactancia. Un nuevo bebé significa momentos cargados de emoción. La “hora gris” (tiempo en que el bebé está intranquilo al final del día) se presenta con frecuencia y a menudo la madre se exacerba por la falta de apoyo y el sentimiento de aislamiento. El impacto de la lactancia en el esfuerzo emocional del post parto no ha sido bien estudiado, pero las madres lactantes con depresión requieren tanto medicamento como las demás. Estas madres presentan un reto único para el personal de la salud. Como los medicamentos pueden pasar a través de la leche materna, muchos doctores creen que el camino más seguro es destetar al bebé. No obstante, en muchos casos, la depresión es más fácil de manejar cuando ellas continúan lactando. Desafortunadamente, con demasiada frecuencia los doctores insisten en que la madre destete su bebé para tomar antidepresivos.
La revisión de la literatura ha demostrado que muchos antidepresivos significan un riesgo mínimo, si es que lo hay, para el bebé que amamanta. La madre que siente que su relación de lactancia con su hijo es lo único que está haciendo bien en su vida, puede continuar lactando mientras recibe medicamentos apropiados para su depresión. Los beneficios a corto y a largo plazo para la madre que amamanta son muchos y valiosos.
Su bebé también recibe ese regalo, tanto para su salud física como emocional. Y algo que es bien difícil de medir, y es otro beneficio, es la felicidad y tranquilidad que parece rodear a la pareja que amamanta. Bien vale la pena buscar ayuda para solucionar los problema que se pueden presentar al comienzo de la lactancia y prolongar esos momentos de felicidad presente y futura.

Por qué más gente no sabe acerca de las bondades de la lactancia?
Claramente, la lactancia es buena para las madres, tanto desde el punto de vista físico como emocional. Es más, muchas madres deciden amamantar solo por el beneficio que significa para sus bebés. Lo cierto es que en el contexto de la sociedad que alimenta con biberón a sus bebés, la lactancia es vista como algo inconveniente e incómodo.
A menudo, las madres ven la lactancia como un período de martirio que se justifica por la salud de sus bebés. Si destetan pronto, se sienten culpables por no continuar dando al bebé esos beneficios; pero ese sentimiento de culpa se diluye debido a gente bien intencionada que les dice que al bebé le da lo mismo la leche de tarro. Tal vez si saben que continuar amamantando también es bueno para su propia salud, muchas madres no se desalienten ante las dificultades
Muchas mujeres no saben lo buena que es la lactancia para su propia salud. Ya sea por ignorancia o debido a la influencia de los fabricantes de leches industriales, muchos profesionales de la salud no informan a las madres esos beneficios. Es tiempo de que esa información se sepa. En la medida en que se sepan estos pequeños hechos que benefician a las madres, ellas no escogerán simplemente lactar unas pocas semanas para dar al bebé esa inmunidad tan importante, sino que tal vez decidan continuar lactando más tiempo por los beneficios para sus bebés y para ellas mismas.
* Alicia Dermer es doctora y consultora de lactancia, profesora asociada al departamento de Medicina Familiar de la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey en Estados Unidos. Participa activamente en conferencias y programas de educación sobre lactancia; tiene numerosas publicaciones sobre el tema. Adaptado para Nuevo Comienzo por María Cristina Sáenz, en Bogotá, Colombia.

Leche Materna

Leche materna: el mejor alimento... y mucho más
(Breast Milk: the best food and much more)
Por Waleska Porras, Administradora Regional de Publicaciones en Español. Liga de la Leche, Costa Rica

Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 14 Numero 2 Año 2002

La lactancia materna es la primera oportunidad que tiene una mujer para asegurar la salud, bienestar y felicidad que toda madre desea para sus hijos. Un bebé que es puesto al pecho de su madre a los pocos minutos de nacer, además del valioso calostro, que es una múltiple "vacuna" natural, recibe una cálida corriente de amor, una espontánea sensación de paz y seguridad similar a la que ha estado acostumbrado durante tantos meses dentro del vientre. Es una manera dulce, bella y saludable de darle la bienvenida a este mundo. Durante los primeros meses, el bebé necesita varias de las condiciones que le ayudaron a crecer dentro del útero. Una de ellas es estar muy cerca de su madre, sentir la seguridad de su presencia, el calor de su piel, escuchar los latidos de su corazón, y el timbre de su voz. Al estar en los brazos de su madre, alimentándose con su leche, recibe esto y mucho más.

VENTAJAS PARA EL BEBE
El pecho materno reemplaza a la placenta en las funciones de brindar al bebé alimento y protección. La leche materna es indiscutiblemente el alimento ideal para su bebé, y el único que él o ella necesita durante los primeros seis meses de vida. Además de proporcionarle todos los nutrientes necesarios para crecer, es como una barrera que le brinda protección extra contra todo tipo de infecciones y enfermedades, entre ellas: infecciones en el oído, infecciones respiratorias, diarrea, alergias, diabetes, obesidad, esclerosis múltiple, enfermedades virales y bacterianas e incluso algunos tipos de cáncer como la leucemia y el linfoma. Las niñas amamantadas también reciben protección contra cáncer de mama.
Además tienen menos problemas de caries y de deformaciones dentales. Los bebés que toman el pecho utilizan más de veinte músculos de la cara y la mandíbula, y los ejercitan más del doble que los bebés que toman biberón. Esto es muy importante porque "prepara" la boca, la lengua y la garganta para formar los sonidos necesarios para el lenguaje. Los especialistas en la enseñanza del lenguaje sostienen que si un niño o niña puede hablar claramente, el aprendizaje de la lectura se le facilita. Las ventajas físicas que reciben los bebés mediante la leche materna son sólo una parte de los muchos beneficios de ser amamantados. Actualmente se le está prestando mucha atención a la manera en que la lactancia ayuda a establecer una relación sólida y afectuosa entre la madre y su bebé.

VENTAJAS PARA LA MADRE
La lactancia no sólo beneficia al bebé, sino también a la madre. Al dar el pecho inmediatamente después del nacimiento del bebé, el útero se contrae y se reduce el riesgo de una hemorragia. También ayuda a que la placenta sea expulsada con mayor rapidez. La succión del bebé al tomar del pecho en las primeras semanas después del parto ayuda al útero a regresar más rápidamente a su tamaño natural.
La lactancia materna es una manera natural de planificación familiar. Una madre de un bebé menor de seis meses, que amamanta en forma exclusiva, de día y de noche (sin dar biberones con leche artificial o cualquier otro líquido, ni chupos de entretención) rara vez resulta embarazada antes de que su bebé esté listo(a) para recibir alimentos complementarios, o sea alrededor de los seis meses de edad. Mientras no aparezca la menstruación, o algún indicio de ella (como pequeñas manchas) quiere decir que la mujer no está ovulando y por lo tanto no puede quedar embarazada. Una vez aparezca la menstruación, se debe recurrir a otros métodos anticonceptivos.
Además, amamantar reduce el riesgo de cáncer de mama, de ovarios y osteoporosis. Y otra buena noticia: también ayuda a recobrar la silueta con mayor facilidad, ya que el cuerpo de la madre lactante utiliza alrededor de 400 a 500 calorías extras diariamente. La comodidad y la economía de tiempo y recursos también son aspectos a favor de la lactancia. Nada que comprar, nada que esterilizar, nada que calentar. En cualquier lugar y a cualquier hora puede alimentar discretamente a su bebé. Y ni hablar de la cantidad de dinero que se ahorra al dar el pecho. Se estima que los padres de un bebé alimentado con leche artificial gastan por lo menos el 35% de los ingresos mensuales en la compra de fórmula solamente (esta relación es calculada tomando el salario mínimo de los trabajadores costarricenses como base). Esto, sin tomar en cuenta el costo de los biberones, tetinas y la electricidad.
Además de todas estas ventajas, existen también beneficios emocionales. El cuerpo de una mujer que está lactando produce oxitocina, conocida también como "la hormona del amor", ya que despierta en la madre una sensación de bienestar y sentimientos muy fuertes de cuidar, amar y proteger a su bebé. Esto la ayuda a responder mejor a las necesidades de su hijo o hija. Otra hormona que producen las madres lactantes es la prolactina, la cual la ayuda a estar más tranquila y relajada.
Otro beneficio para las madres que amamantan es que, debido a que los cambios hormonales que sufren sus cuerpos después del parto son más graduales cuando se da el pecho, la depresión postparto, en caso de darse, suele ser mucho más leve y fácil de manejar. Y otro detalle importante: una madre lactante se ve "obligada" a descansar cada vez que se sienta o se acuesta con su bebé para alimentarlo, lo que le permite relajarse y disfrutar de momentos de paz y tranquilidad varias veces durante el día.
O sea, pues, que una madre que amamanta a su bebé recibe muchas recompensas a cambio de un esfuerzo relativamente pequeño. Los bebés amamantados, por su parte, se convierten en niñas y niños sanos, independientes, de autoestima alta, seguros de sí mismos, cariñosos, inteligentes y felices. Y al final de cuentas, ¿no es eso lo que todas las madres deseamos para nuestros hijos e hijas?

El Calostro si es Bueno

Información Especial
El calostro SI es bueno
(The Calostrum is good)
Información perteneciente a la revista NUEVO COMIENZO, Vol. 19 Numero 1 Año 2007
En muchos países las madres creen que el calostro, esa primera leche que produce una madre cuando su hijo nace, es inadecuada para el bebé. Hay la creencia de que es mala, que no alimenta y hasta que hace daño al bebé; que es un “líquido” que se debe desechar.
Nada más alejado de la realidad. El calostro contiene células vivas, circunstancia que lo hace muy parecido en su composición a la sangre. Por ejemplo, contiene linfocitos que protegen al bebé contra muchas bacterias y virus.
Es rico en inmunoglobulinas: cada litro de calostro contiene 12 gramos de IgA, que protegen al bebé especialmente de problemas intestinales y que a medida que el bebé crece, va disminuyendo en cantidad1.
Estos anticuerpos protegen al bebé contra virus y bacterias sin que él tenga que gastar energía para hacerlo, dedicando todos sus esfuerzos a crecer.
Lactoferrina, que tiene la capacidad de matar las bacterias, lactalbúmina, lisozymas, carbohidratos, lípidos, citokinas, nucleótoidos, factores de crecimiento, vitaminas, minerales y otros componentes que suman más de 60, de los cuales 30 solo se encuentran en la leche materna, la componen; se interrelacionan unos con otros para ayudar al bebé a fortalecerse y a responder a las agresiones del medio ambiente.
Por eso, los primeros días:
- Amamante con frecuencia y lo más pronto posible después de que el bebé nace.
- Si no es posible amamantar al bebé en las primeras horas, trate de extraer con la mano o con un extractor eléctrico unas gotas de calostro mientras el bebé puede amamantar por sí mismo.
- Tome suficiente líquido, el que sea necesario para quitarle la sed. Ingiera comidas nutritivas.
- Duerma al menos una siesta durante el día.
- Deje que el bebé coma cada vez que desee, sin imponerle un horario. Los bebés comen cuando lo necesitan.
- Si el bebé amamanta cada vez que desea, toma el calostro, esa primera leche con mucha proteína, y poca grasa y carbohidratos. Es todo lo que él necesita durante los primeros días.
- No se asuste si siente que tiene poco calostro. Es lo normal. El calostro se produce en muy pequeñas cantidades, entre 1 y casi 3 cucharaditas al día. Esa cantidad de calostro es todo lo que el bebé necesita.
- Alojar al bebé en el mismo cuarto de la madre, desde el hospital, permite que ella perciba con rapidez sus señales de hambre sin dejarlo llorar.
- Muchos bebés recién nacidos piden comer con frecuencia, y demoran muy poco en el seno. Podríamos decir que, a la vez que el bebé toma el calostro, se está entrenando para la succión más adelante y está indicando al seno sus necesidades de alimento.
- Rodéese de personas que la apoyen y la animen. La mejor ayuda que usted puede encontrar es para ayudarla con el oficio del hogar y la atención de los demás miembros de la familia.
- Las visitas los primeros días pueden legar a ser agobiantes para muchas madres. Limitarlas unos días conviene al descanso de la madre y propicia el conocimiento de la nueva pareja.

jueves, 12 de febrero de 2009

PREMIO

GRACIAS CARITO
MUCHAS GRACIAS POR ESTE PREMIO, ME SIENTO ALAGADA, JAJAJAJJAA

Las reglas indican que hay que pasarlo a 15 blogs, pero voy a otorgárselo con mucho cariño a todas mis amigas blogueras:
Vane
Rocío
Flor
Gore
Marina
Patry
BR
Kerita
Lorena
Khadija
Any
Erika
Silvia
Jenny
Naty

domingo, 8 de febrero de 2009

Empezando a estimular y a jugar con tu bebé


Ya ha nacido, ya le tienes junto a ti.
Sin embargo, aunque los primeros meses el cansancio te supere, sólo querrás cuidarle y jugar con él, ya que la importancia de estos primeros estímulos es enorme.
Pero… ¿cómo se puede jugar con un bebé? ¿Por qué es importante jugar?
Antiguamente se pensaba que los recién nacidos no podían relacionarse con el medio exterior, es decir, que eran pasivos debido al desconocimiento existente sobre las capacidades de los bebés. Actualmente se sabe que el niño tiene necesidad de percibir y relacionarse con el mundo que le rodea, de forma adecuada y dentro de sus posibilidades, por lo que los juegos tienen que ser sencillos y eficaces para cada edad.

De esta forma, gracias al juego se fomenta la inteligencia del pequeño y se potencian todas las capacidades con las que nace. El juego en contacto con la piel materna contribuye al desarrollo de las capacidades generales del bebé y estimula el crecimiento intelectual y emocional, además de proporcionar una excelente salud física.Así, los niños que han aprendido a jugar adecuadamente presentan los siguientes beneficios:

• Desarrollan la capacidad para el lenguaje con mayor rapidez.

• Tienen buen apetito y se alimentan sin dificultades, ganando el peso y tono muscular adecuado.

• Aprenden a estar activos en periodos de vigilia y a dormirse tranquilos. • Tienen mejor humor y lloran menos.

• Su estimulación física proporciona un mayor aporte de sangre al cerebro, siendo así más receptivo. En los primeros días… En sus primeros 15 días el pequeño pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, aproximadamente unas 19 horas, por lo que habrá que aprovechar sólo aquellos momentos en que esté despierto, respetando sus horas de sueño.

• Mírame a los ojos. Tumba a tu bebé boca arriba y sitúa tu cara a unos 20 o 30 centímetros de la suya. Los niños tienen un interés natural por los ojos, ya que se encuentran en constante movimiento. Este es el inicio de sus relaciones sociales. Asimismo, si actúas adecuadamente favoreciendo su desarrollo visual, tu hijo podrá concentrarse durante más tiempo. Puedes también poner tu mano a esta distancia y separar y mover tus dedos lentamente, ayudándole así a concentrar la mirada.

• ¿Quién habla? Tu bebé es capaz de reconocer la voz de mamá y diferenciarla de la de papá, por lo que es importante decir su nombre repetidamente, identificándote: “soy papá”,”soy mamá”. El niño es más sensible a los sonidos agudos que a los graves, por lo que es aconsejable que utilices el tono normal de conversación, cambiando posteriormente la modulación; así le resultará más entretenido.

• Un CD de música. Entre los sonidos que más les agradan a los bebés se encuentran: la voz de sus papás, oír su nombre, sus balbuceos, los sonajeros, risas, canciones de cuna y música barroca o clásica, los latidos del corazón,… Puedes grabarle un CD con estos sonidos y ponérselo cerca de su cuna para tranquilizarle y que se sienta acompañado.

• Acunando a mi bebé. Balancear rítmicamente a los bebés favorece la respiración, ayudándoles a tranquilizarse. Por ello, es aconsejable que le acunes en diferentes posturas: contra tu pecho, de espaldas a ti, etc.

• Masajes. Con los masajes se estimula el sentido del tacto, muy desarrollado en el recién nacido, por lo que es importante masajear por todo el cuerpo al pequeño. Éstos deben realizarse una vez al día, participando también el padre para establecer una comunicación especial con el bebé y convertirlo así en un divertido juego para ambos. Es necesario jugar adecuadamente con el bebé en su etapa de máxima plasticidad, ya que se fomenta su inteligencia y se potencian todas las capacidades con las que ha nacido

Con un mes de vida… En esta etapa, gracias a los juegos, el bebé conseguirá desarrollar sus percepciones y sus movimientos corporales en plenitud, despertando su buen humor y su curiosidad, clave de su inteligencia. Puedes realizar con tu niño algunos de los juegos que te mostramos a continuación, decantándote posteriormente por aquellos que más le gusten:

• Jugando con las luces.
Con tu bebé en brazos, coge con la mano que tengas libre una linterna y ponla a 25-30 centímetros de la cara de tu bebé. Enciéndela durante cinco segundos, sin moverla, y apágala durante otros cinco segundos. Hazlo tres veces consecutivas, teniendo en cuenta que cada ojo debe recibir la misma cantidad de luz. Si tu hijo cierra fuertemente los ojos será porque las pilas son nuevas y le estás deslumbrando, mantenla encendida durante un rato, hasta que la luz sea más tenue, y después realiza esta actividad. Así estarás entrenando el sistema responsable de la acomodación del ojo, además de llamando la atención de tu bebé.

• Su primera pelota. Coloca una pelota de playa sobre una toalla en el suelo y ponte de rodillas frente a ella. Pon a tu bebé boca abajo sobre ella, estará más cómodo si la desinflas un poco. Mientras le sujetas en esa postura, empuja suavemente la pelota hacia delante y hacia atrás, como si le estuvieras balanceando y, posteriormente, hacia ambos lados, para finalizar haciendo círculos de poca amplitud, pero siempre con movimientos lentos y armoniosos.

• La barquita. Siéntate en la cama y coge a tu bebé, tumbado, con una mano bajo la cabeza y la otra bajo el culete. Flexiona los brazos acercándole a tu cuerpo pero sin que lo toque, de forma que esté como suspendido en el aire. Haz movimientos amplios, de lado a lado, como si fuera un barco en el mar y aumenta la aceleración suavemente. Cuando el movimiento es lo suficientemente amplio, llega un momento en que el bebé queda en posición casi vertical, déjale así unos segundos y vuelve al balanceo. Verás cómo se divierte y disfruta enormemente.

• Juego de imitación. Los primeros aprendizajes de los niños se basan en imitaciones de los mayores. Para realizar este juego, siéntate en el suelo, apoyándote en la pared, con las piernas juntas y flexionadas. Apoya a tu bebé en ellas de manera que puedas mirarle a los ojos. Empieza a hacer gestos exagerados, como sacar la lengua, abrir la boca, etc. y verás como tu pequeño intenta imitarlos. Sentirás una gran satisfacción al ver cómo disfruta tu bebé y cómo empiezas a enseñarle cosas nuevas.

Fuente: TODO PAPAS

viernes, 6 de febrero de 2009

DILE QUE LE QUIERES


Cerremos los ojos y recordemos lo más hermoso que nos han dicho nuestros padres: Princesa…rey de la casa…mi vida…eres un encanto…cariño…mi corazón…mi amor…mi cielo…qué guapo…qué listo…
¿Estamos sonriendo?

Tal vez algunos de nosotros no logremos traer estos recuerdos, y en su lugar aparezcan sin permiso otros: qué tonto eres…pues sólo sabes mentir…que si sigues así se lo diré a tu padre…eres malo…no te quiero… ¿acaso no comprendes?... ¿eres sordo?...distraída como su madre…
¿Estamos compungidos?

Lo que nuestros padres -o quienes se ocuparon de criarnos- hayan dicho, se ha constituido necesariamente en lo más sólido de nuestra identidad. Porque somos los adultos quienes nombramos cómo son las cosas. Por eso lo que decimos, es.

El niño pequeño no pone en duda lo que escucha de los mayores. Puede ser doloroso o gratificante, pero en todos los casos, la interpretación de los adultos es absolutamente certera para el niño que aprende a traducir al mundo a través del cristal de los mayores.

En este sentido, la intención con la que hablamos con los niños es importante. Si los amamos de verdad, seguramente nuestras palabras estarán cargadas de sentimientos cariñosos y suaves. Pero si estamos llenos de resentimiento, destilaremos odio aún cuando los niños no tengan nada que ver.

Es verdad que hay situaciones donde el niño se equivoca o hace algo inadecuado. Pues bien. Una cosa es conversar sobre eso que “hizo” mal, y otra cosa es que ese acto lo convierta en alguien que “es” malo. Sólo nuestro rencor puede confundir entre lo uno y lo otro. Si el niño, de tanto escuchar a sus padres diciendo lo mismo, se convence de que es malo, quedará atrapado por ese circuito donde “es” en la medida que es malo, y para ser malo, tiene que seguir haciendo todo lo que haga enfadar a sus padres. En ese punto, ha perdido toda esperanza de ser amado sin condiciones.

Para el niño “eternamente malo a ojos de sus padres”, siempre aparecerá otro individuo que actuará el personaje opuesto: “el eternamente bueno”. A veces es alguien tan cercano como el propio hermano o hermana, u otra persona muy próxima a la familia. Allí, en ese personaje, -no importa qué es lo que haga- recaerá toda la admiración y será nombrado por los padres como alguien “bueno, inteligente y listo”. Esta es la prueba fehaciente de que no se trata de lo que cada uno es o hace, sino de la necesidad de los adultos de proyectar polarizadamente, nuestros lados aceptados y nuestros lados vergonzosos en otros individuos, para no hacernos cargo de quienes somos. Y también para dividir la vida en un costado bien negro y en otro bien blanco, de modo de tener cierta sensación de claridad. Que por supuesto no es tal.

Parece que los adultos necesitamos mostrar todo lo que los niños hacen mal, cuán ineptos o torpes son, para sentirnos un poquito más inteligentes. Es una paradoja, porque al actuar de esta forma, es obvio que somos increíblemente estúpidos.

Sin embargo las cosas son más sencillas de lo que parecen. Decirles a los niños que son hermosos, amados, bienvenidos, adorados, generosos, nobles, bellos, que son la luz de nuestros ojos y la alegría de nuestro corazón; genera hijos aún más agradables, sanos, felices y bien dispuestos. Y no hay nada más placentero que convivir con niños alegres, seguros y llenos de amor. No hay ningún motivo para no prodigarles palabras repletas de colores y sueños, salvo que estemos inundados de rabia y rencor. Es posible que las palabras bonitas no aparezcan en nuestro vocabulario, porque jamás las hemos recibido en nuestra infancia. En ese caso, nos toca aprenderlas con tenacidad y voluntad. Si hacemos ese trabajo ahora, nuestros hijos -al devenir padres- no tendrán que aprender esta lección. Porque surgirán de sus entrañas con total naturalidad, las palabras más bellas y las frases más gratificantes hacia sus hijos. Y esas cadenas de palabras amorosas se perpetuarán por generaciones y generaciones, sin que nuestros nietos y bisnietos reparen en ellas, porque harán parte de su genuina manera de ser.

Parece que nuestra generación es bisagra en la evolución de la sociedad occidental. A las mujeres nos toca aprender a trabajar y lidiar con el dinero. A ser autónomas. Nos toca aprender sobre nuestra sexualidad. A re aprender a ser madres con parámetros diferentes de los de nuestras madres y abuelas. Y nos toca aprender a amar. Por eso es posible que sintamos que es un enorme desafío y además es mucho trabajo, esto de criar a los niños de un modo diferente a como hemos sido criadas. Es verdad. Es mucho trabajo. Pero se lo estamos ahorrando a nuestra descendencia. Pensemos que es una inversión a futuro con riesgo cero. De ahora en más… ¡sólo palabras de amor para nuestros hijos! Gritemos al viento que los amamos hasta el cielo. Y más alto aún. Y más y más.


Laura Gutman

FEMILIAS ENSAMBLADAS

En la medida que los divorcios se van haciendo más frecuentes, las mujeres y los varones habitualmente volvemos a emparejarnos y de esas uniones nacen hijos que ya no son ilegítimos para nuestra moderna concepción, pero sin embargo no sabemos muy bien dónde ubicarlos dentro de nuestro esquema de familia. Es que las familias han cambiado en el concepto y en la realidad. Ahora los niños tienen hermanos por parte del padre, por parte de la madre, por parte de la segunda pareja del padre, sobrinos que son hijos de medios hermanos y hermanastros con quienes no tienen lazos sanguíneos pero sí convivencia fraterna. Madrastras que no se parecen en nada a las brujas de los cuentos y padrastros a quienes aman y a veces pierden después del último divorcio de la madre. El “quién es quién” en estos nuevos rompecabezas familiares ya no los podemos organizar según los lazos de parentesco físico sino según los vínculos afectivos que se establecen de muy variadas maneras. Esa es la gran diferencia ahora: ya no se estipula quién funciona como padre, hermano o tío según la herencia sanguínea, sino que aquel que esté dispuesto a cumplir esa función -bajo el acuerdo de todos los implicados- simplemente lo asume.
Para los niños estas cosas suelen ser muy sencillas. No tienen problemas en amar a dos, a tres o a veinte personas. Con frecuencia, quienes tenemos problemas somos las personas mayores, a quienes nos resulta más complejo admitir dentro de nuestro circuito afectivo a más individuos que los que teníamos calculado.
Sucede que sin querer nos enamoramos de alguien. Digamos, por ejemplo, que Remedios se enamora de Juan Carlos. Remedios es joven, no tiene hijos y desea tenerlos. Si hay algo que a Remedios le gusta de su pareja, es que es un padre encantador. Juan Carlos tiene dos hijos pequeños, Marcos de 6 años y Mercedes de 4 años. Verlo jugar con sus hijos, observarlo cuando corretea con ellos los domingos y cuando los acaricia antes de dormir, la llena de ternura y pasión por ese hombre perfecto. Las cosas andan tan bien que deciden vivir juntos, incluso han conversado sobre la posibilidad de tener niños más adelante. La vida les sonríe.
Pues bien, resulta que Remedios se enamoró de Juan Carlos pero no previó que eso significaría alimentar el amor hacia esos dos niños que a partir de ese momento pasan a formar parte de su vida familiar. En el devenir cotidiano, aparecerán las dificultades, teñidas por las limitaciones reales que traen consigo la presencia de los niños pequeños: básicamente coartan la libertad y la autonomía. Es así. Ya no disponemos de nuestro tiempo ni de nuestra energía como antes: los niños y sus necesidades están primero. Pueden aparecer también diferencias importantes respecto a la madre de los niños, concepciones diferentes en el arte de criar y todo tipo de desencuentros, obvios motivos por los cuales Juan Carlos y su ex mujer ya no están juntos. Remedios intentará inconscientemente retener a Juan Carlos para sí, al mismo tiempo que tratará de expulsar de ese territorio a los niños molestos. El problema es que Juan Carlos “solo” no existe. Es “JuanCarlosconsusdoshijos”. He aquí uno de los malentendidos más frecuentes cuando estamos construyendo una familia ensamblada sin saber que la estamos fundando. Quiero decir, una cosa es enamorarse de un varón o una mujer con hijos, y otra es comprender que todo vínculo comprometido con ese individuo, incluye necesariamente a sus hijos.
A menudo pretendemos desconocer la evidencia de la presencia indefectible de los hijos de la persona que amamos, sosteniendo la ilusión que ese ser está solo y totalmente disponible para nosotros. Sin embargo, si decidimos iniciar una convivencia, tendremos que rendirnos ante la realidad tal cual es y lograr acuerdos sobre muchas más situaciones que las habituales dentro de una pareja sin hijos. Cuando asumimos el compromiso de convivir con hijos ajenos, tendremos que ser muy claros unos y otros sobre qué estamos en condiciones de ofrecer, qué pedimos a cambio, qué espacio de libertad otorgamos a nuestra pareja para ocuparse de sus hijos –especialmente si no tenemos hijos propios- y sobre todo, tenemos derecho a conocer la trama oculta de los vínculos de esos niños en relación a sus progenitores o personas a cargo la mayor parte del tiempo.
Inversamente, si Milagros es quien tiene tres hijos, supongamos que tiene a Clara de 14 años, y a los gemelos Lorenzo y Martin de 10 años; y Juan Carlos decide asumir la convivencia con estos niños, tendrán que discutir y “poner sobre la mesa” con lujo de detalles las modalidades de convivencia, lo que cada uno está verdaderamente en condiciones de ofrecer al otro, los tiempos disponibles y sobre todo si serán capaces de tolerar las modalidades de crianza o las ideas que cada uno defiende en relación a la educación de los niños. Lo mismo sucede si Milagros tiene hijos y Juan Carlos también tiene hijos. Dependerá de quiénes son los niños que viven permanentemente en la casa en común, las edades y el nivel de conflictos con cada uno de los ex cónyuges, lo que facilite o empeore el entendimiento entre las partes.
Justamente, uno de los factores que no tenemos en cuenta al momento de ensamblarnos…es que compartiremos la vida -lo admitamos o no- con los ex cónyuges, propios y los de nuestra pareja, ya que están presentes en cada exabrupto de los niños, cada enfado, cada enfermedad y cada toma de decisiones. ¡Esa es la verdadera sorpresa! Y la peor noticia es darnos cuenta que los ex suegros también están invitados a la fiesta (a decir verdad, no estaban invitados, pero aparecieron como la humedad en la pared) y nos vemos obligados a aceptar que hacen parte de la familia, en las buenas y en las malas.
Estar dispuestos a ensamblar familias supone una generosidad y una apertura excepcionales. Porque no se trata sólo del amor pasional entre un hombre y una mujer con el consecuente deseo de estar juntos. Cuando uno de los dos -o ambos- tenemos hijos, planear el futuro en común incluye múltiples variables, tantos como individuos hagan parte de esta decisión tomada sólo por la pareja enamorada y sin el consentimiento de los niños. Es decir, será menester ejercer la paciencia, el diálogo, las explicaciones, la escucha genuina y la verdadera intensión de ofrecer a los niños algo tan valioso como la comprensión y la compañía, en agradecimiento a la adaptación de los niños al nuevo esquema familiar. La familia ensamblada nos obliga a tolerar las diferencias, a ofrecer nuestras virtudes –ya sean la tranquilidad, la solvencia económica, el humor, una familia extendida que respalda, la simpatía, la disponibilidad para el diálogo o lo que sea que acreditemos en beneficio de todos- porque una familia ensamblada es siempre un desafío mayor. Somos los adultos que tenemos la obligación de cultivar el amor hacia los niños que no son propios, si pretendemos que los niños aprendan a convivir, sean respetuosos y solidarios -ya sea con sus hermanos de sangre o de vida- y sientan unos y otros que están en su casa. Si la experiencia cotidiana está basada en el diálogo y en la aceptación de las diferencias, todos seremos cada vez más capaces de acomodarnos a las necesidades de los grandes y de los pequeños nutriéndonos del abanico de percepciones y sensaciones que nos constituyen.
Por otra parte, vale la pena que reflexionemos sobre qué significa “hijos propios”. Cuánto tiene que ver ese concepto con la apropiación de los hijos como si fueran un bien de consumo. Y qué bueno sería para la humanidad toda que aprendamos a considerar a todos los niños como propios, sobre todo si nos toca convivir con ellos.
En cambio, cuando la pareja constituida y al frente de la familia ensamblada divide los territorios dentro de la casa entre los tuyos y los míos, el pronóstico es complicado. En esos casos evaluemos si no es mejor tener una relación de pareja sin convivencia, para que los hijos propios y ajenos no se conviertan en rehenes de nuestras disputas.
La noticia alentadora es que en las familias ensambladas circula mucha vitalidad. Habitualmente hay niños de edades muy diferentes, niños o adolescentes que viven algunos días en casa de la madre y otros en casa del padre, hay vacaciones con unos y otros. Es común que un niño desee compartir actividades en casa de la mamá o el papá de su hermanastro, ex cónyuge de la pareja de su propio progenitor. Es gracioso que ya nos hayamos perdido en el mapa familiar, de hecho hay familias que lúdicamente dibujan mapas indicativos para no perderse en el laberinto de los lazos inter-familiares y lo cuelgan en la puerta de entrada para que quienes visiten ese hogar sepan quién es quién. Es el juego de las diferencias. Es el juego de la libertad.
Laura Gutman

sábado, 31 de enero de 2009

Motricidad del Bebé

MADURACIÓN NEUROMOTRIZ

Cuando el bebé nace, no puede ejercer ningún movimiento voluntariamente.
Se ponen en marcha una serie de mecanismos reflejos, necesarios para sobrevivir. Por ejemplo, mama por reflejo. Como no regula esta actividad, al principio, suele succionar con mucha fuerza, (lo que también puede dolerle a la madre).
Todo lo que el bebé hace al principio es por reflejo, y luego, sobre esos reflejos, desarrolla la conciencia de su cuerpo, y de los resultados de las acciones y aprende a realizar los movimientos voluntariamente.

El sistema nervioso del recién nacido está inmaduro. No está capacitado para tener la movilidad de un adulto. El ser humano es el mamífero que nace más indefenso de todos: el mono al nacer ya se agarra de su mamá y gobierna varios movimientos.
El potrillo, se para en sus patas a los 40 minutos de nacido. En cambio el bebé recién nacido, está acostado, y no tiene otra posibilidad de moverse que por reflejo. Por ejemplo, si lo levantás, tenés que sostenerle la cabecita, porque él solo no puede hacerlo, ni conviene que se esfuerce a ello.
Reitero, esta "inmadurez neurológica" es absolutamente necesaria para podder nacer: si nacieramos con capacidad suficiente como para hacer lo que hacen otros mamíferos al nacer, el tamaño de nuestro cerebro no nos permitiría pasar por una pelvis que se ha estrechado al convertirnos en bípedos. Tenemos dos contras: cerebro más grande, pelvis más chica. ¿Qué recortamos entonces? El volúmen que desarrollamos al madurar el cerebro. Por eso nacemos tan vulnerables.

Y su maduración va a ocurrir de arriba hacia abajo: Primero, gobernará la mirada y luego los movimientos de la boca y dejará entonces de mamar como una aspiradora. Comienza a succionar por decisión propia, regulando la fuerza. Vas a notar que cuando succiona para alimentarse y cuando es para "amamantarse" (estar con mamá, vos te vas a dar cuenta). Mamar no es solo tomar leche. Maitena dice que es sintesis perfecta entre mamá y amar. Hay momentos en que ese chupu-chupu es tan necesario o más aún que la comida. A veces traga la comida en 10 minutos y después se queda 30 más de chupu-chupu.
Las desdichadas historias de los bebés que han sido internados en instituciones de cuidados, nos cuentan que solo sobreviven si tienen contacto amoroso con alguien. Ningún bebé ha sobrevivido si se lo ha unicamente alimentado o higienizado. No alcanza. Necesita(mos) del contacto, amor, mimos y que mejor momento que el de la comida, para hacerlo. Creo que incluso en la adultez, seguimos haciendo momento de comer la hora de estar en familia, con los amigos, de mimarnos y manifestarnos cuanto nos queremos, y cuando hay desordenes de alimentación, tienen que ver con un fondo de transtorno afectivo.

Otro signo de maduración y de conexión con el mundo externo:
¡¡¡¡¡Va a sonreir!!!!!!!! A proximadamente a partir de la 4ta o 5ta semana. Y ya no va a ser por expresión de satisfacción, sino por respuesta a tu mirada, a tu sonrisa, a tu voz (y al árbol, al perro y a lo que le llame la atención, más adelante ya se volverá más selectivo).
Luego comenzará a regular el movimiento del cuello y la cabeza: si está boca abajo, la va a levantar y cambiar de lado. Si está boca arriba, mirará hacia un costado y hacia el otro y la cabeza seguirá el movimiento lateral.
Comenzará a descubrir sus manitos. Antes, sus manos aparecian delante de sus ojos como por arte de magia y las miraba con sorpresa.
Es muy gracioso para nosotros verlos en sus movimientos como si estuvieran atrapando mariposas imaginarias. Pero un día vas a ver que intenta conducir el movimiento, y acerca sus manos, por ejemplo, a tu cara, al mamar. Y luego hacia los objetos que le llaman la atención.
¿Cómo sigue la maduración? Como mencionamos antes, de arriba hacia abajo.
Creo que la mejor manera de observar (y de permitir) la maduración de un bebé es que pueda experimentar su cuerpo en su totalidad.
Para ello, debemos reflexionar como va a pasar el bebé sus horas del día.

MOTRICIDAD GLOBAL

Emi Pliker, una médica húngara que dirigió un orfanato durante 30 años aplicó un criterio muy particular para ese momento y sobre todo muy efectivo para los niños:
Ella determinó que los bebés deberían estar acompañados entre ellos y no aislados en sus cunas.
Entonces los bebés estuvieron siempre en lugares llamados "parques" (corralitos como lo llamamos nosotros) con las siguientes caracteríticas: al menos de 3x3 metros, aislados del exterior normal donde suele haber lámparas o muebles puntiagudos, para que no se tiren cosas encima, solo por la cuestión de seguridad y organización: tenían muchos niños y debían agruparlos por edades.
Y ellos se hacían compañia durante el día. ¿el resultado? Pikler criaba niños que mostraban una marcada autodeterminación, seguros de sí mismos , que de adultos generaron familias felizmente conformadas, sin repetir el desdichado motivo por el cual habían sido abandonados.
La experiencia Pikler, muestra tener un compuesto emocional además del económico. Pikler sostenía que estos resultados, observados unicamente en su institución y no en otras era en gran parte producto de la posibilidad que se le daba a cada niño de conocer al mundo por si mismo, pero nunca sintiendose abandonado. Que esa calidad de experiencia además genera en la persona lo que hoy llamamos Pensamiento Lateral: llegar a un resultado desde distintos lugares, que es lo que tuvo que desarrollar el niño cuando aprendió a moverse y probar millones de posibilidades para moverse hasta encontrar la manera más efectiva de hacerlo para él o ella.

Lo más indicado es que el bebé pueda estar en un sitio amplio y seguro, estable. Puede ser una colchoneta de unos 4 cm de alto y de unos 2x2 (depende ya de tu lugar en la casa). Nunca la cama, porque ruedan y reptan antes de lo que crees. Loa objetos que estén a mano deben ser de bordes suaves (pueden ser juguetes para bebés o una panera, un trozo de de manguera, un pedazo de tela) y los accesorios (sillas, bancos, cubos sólidos, etc.) firmemente fijados al piso, para evitar accidentes.
El bebé necesita estar acostado, y ese será siempre su punto de partida para investigar el mundo de posibilidades del movimiento que desarrollará con su cuerpo.
¿Porque insisto con este tema?
Porque es vital no interferir en el desarrollo psicomotriz del bebé. Si él, por sus propios medios, no puede abandonar determinada posición, quiere decir que no está capacitado para adoptar otras posiciones y no deberiamos forzarlo nosotros.

DOS LUGARES A CUIDAR: LA CABEZA Y CUELLO, Y LA PELVIS

Para comenzar, ya viste que la maduración comienza de arriba hacia abajo, así que los primeros movimientos de motricidad gruesa serán de su cabeza y cuello: él está aprendiendo a sostenerla, él sabe hasta cuando y cuanto puede hacerlo. Cuando se cansa, plaf, la deja caer.
Si lo forzamos a la verticalidad, estariamos generando dos cosas muy negativas en él: por un lado sus minúsculas vertebras que están en pleno proceso de calcificación recibirán el enorme peso de la cabeza. Si esto sucediera recurrentemente, esas vértebras no tendrían la misma forma que si se hubiesen calcificado sin esa pesada influencia. Por otro lado, sus músculos paravertebrales (los que está aprendiendo a usar ahora y que él debe regular hasta cuanto y como) para sostener la cabeza se crisparán por reflejo para sostener tamaño peso generando molestas tensiones que dan origen a un estado de irritación generalizado del bebé, y que puede influir en su carácter posteriormente. Además como adquirió una posición interesante para él, pero solito/a no podrá conseguirla, requerirá permanentemente de la ayuda de un adulto (que suele aceptar el trato para que no llore y no sufra), por lo tanto estamos dándole la bienvenida a la nueva necesidad creada: buescar el contacto para que nos hagan, (muy distinto de buscar el contacto para querernos). Acabás de inventar un "capricho".
Nadie tiene que enseñarle nada. Él/ella tendrá que descubrirlo.
Pensemos que el bebé atado a una sillita o a un cochecito no puede experimentar ninguna libertad. Los bebés en esta situación suelen llorar mucho más que los bebés que no ven la hora de estar en el piso para "trabajar", es decir experimentar el desafío del movimiento libre, que cambia cada día.

Sentado
Según las pautas madurativas que figuran en los libros de textos sobre pediatría el bebé se sienta a los 6 meses. Esto es cierto, incluso a los 5 meses si lo colocás sentadito, sus reflejos de enderezamiento lo conservarán vertical. Un poco tambaleante, por cierto.
Además como la cabeza pesa, le suelen poner almohadones alrededor, porque en cualquier momento se da un cocazo, o se va para atrás.
Creo que lo peor de ponerlo en diferentes posiciones es la manera en que le vamos frustrando los aprendizajes. (Así esa cuando a los 6 años te va apedir que le hagas la tarea).
Si el bebé no tiene la menor idea de como llegó a esa posición, tampoco sabe abandonarla. Entonces , ¿como va a salir de ella? Gritando, para que mamá o papá o quien lo esté cuidando vaya a socorrerlo. Este estilo además totalmente desaconsejable porque el bebé vive frustrado, irritado y asustado: no sabe como llegó a estar a así, está molesto por todas las tensiones que se le arman, no disfruta de su cuerpo, no puede prestar atención a los juguetes. Por añadidura, se transformará en un bebé demandante por las cosas que no sabe hacer solito, pero quiere hacer, porque ya sabe que si son posibles: a todo bebé le encanta estar vertical, porque ve más cosas (¡curiosos!). No debemos subestimarlos de lo que no puede generar por si mismo.
Además, con respecto a la posición sentada hay un tema muy importante: la calcificación de pelvis.
Los huesos de la pelvis, al nacer, estan descalcificados: las tres partes de la pelvis que son palpables _isquiones, pubis y crestas ilíacas_ están más calcificadas que las ramas que los unen _isquio pubiana e íleo pubiana_ que aún están cartilaginosas.
Es muy necesario entonces que no reciba apoyo vertical, para permitir que la calcificación endurezca al hueso con la forma adecuada (idem con las vértebras verticales). Si la naturaleza dice que el bebé no se sienta (por si solo), entonces no lo sientes.
Cuando esa zona esté fuerte, él/ella ya habrá experimentado suficientemente con las partes de su cuerpo que está madurado neurológicamnete e integrado y en algún momento va a empujar con sus manitos y va a descubrir la cola como apoyo. De más está agregar el enorme placer que experimentará con ese logro.