miércoles, 8 de abril de 2009

Mitos sobre la Cesárea (Semana Mundial del Parto Respetado del 11 al 17 de mayo de 2009)

Mitología de la cesárea (desde el útero al infierno y vuelta al mundo)
Curando la herida de la cesárea
Copyright © Jeannine Parvati Baker
Traducción de Ibone Olza

Desde que empezó a interesarme el tema, el parto ha pasado de serbásicamente una expresión activa de las mujeres a ser un acto médicomediante el cual se extrae al bebé.
Cuando tuve mi primer hijo, la tasa denacimientos por vía abdominal no superaba el 10%.
A finales de los noventa,la tasa de cesáreas oscilaba entre el 20 y el 40%, dependiendo de si el hospital realiza docencia o no.
Si es un hospital docente, la tasa decesáreas suele ser más alta.

¿Qué es lo que estamos enseñando?
Mi reacción inicial al comprobar como se robaba el nacimiento a las familiaspara dárselo a los expertos fue la rabia, la indignación, y el enfado que mellevaron a querer hacer algo sobre la epidemia de cesáreas. Mezclada conestos sentimientos estaba mi creencia de que todo en esta tierra sirve parael crecimiento de las almas, todo, incluido las cesáreas. En mi deseo decambiar la manera en que se hacían las cosas, estaba permitiendo que elproblema siguiera igual. A nadie, y menos a una cultura, le gusta que lecambien desde fuera. A mi no me gusta nada que alguien intente cambiarme, ya los médicos tampoco les gusta que yo pretenda cambiar la obstetricia. Dehecho, creo que la única persona a la que le gustan que le cambien es albebé cuando tiene el pañal sucio.
No, antes de que yo pretenda cambiar a nadie, hay una pregunta quedeberíamos hacernos.
La pregunta es ¿de que puede servir el que haya unaepidemia de cesáreas?

La cesárea le sirve al alma del mundo de la siguienteforma. Las madres a las que se les hace una cesárea incian un viaje mítico.Para explicar este mito, o la dimensión transpersonal de la cesárea, os voya contar una vieja historia. De hecho es un relato de la Antigua Babilonia.Cuando escuché esta leyenda, enseguida lo relacioné con la experenciapsicológica de las mujeres que han tenido una cesárea. Escuchar el relato del descenso de Inanna a los Infiernos nos recuerda la dinámica emocional delas mujeres que han sufrido una cesárea. Podemos entender desde unaperspectiva más amplia como puede cambiar el mundo a traves del viaje querealizan las mujeres en el parto, sea por el camino fácil o difícil, y ver el camino para la recuperación. Lo más fascinante del mito es como nospermite ampliar nuestra comprensión y que esta perspectiva siga creciendo.Bajo la luz del mito de Inanna, podemos transformar la epidemia de cesáreasde algo puramente misógino en otra oportunidad que tienen las mujeres de profundizar en su alma y convertirse en sanadoras.
A Inanna se le pide que abandone el mundo y descienda a los infiernos. Cada vez que atraviesa una puerta en su descenso debe hacer una ofrenda. En lasprimeras puertas se quita sus objetos externos: las joyas, la corona, elvelo, la gargantilla. Conforme desciende pierde su vestido, sus medias, su ropa interior, se quita todo. Debe ir más allá aun para poder descender enla profundidad. Se arranca entonces la piel, los músculos, las vísceras,hasta que sólo quedan sus huesos que son colgados en el rincón más remoto del infierno. He aquí Inanna, la Reina del Cielo, reducida a un saco de huesos en lo más bajo del infierno. Esta historia encierra un misteriocentral: sólo cuando la Reina de la Muerte da a luz en el infierno sepermite que Inanna inicie su viaje de regreso. Se pone sus vísceras, sus músculos, su piel. Luego viste su nuevo cuerpo con sus prendas, su vestido,su gargantilla, su velo, su corona y sus joyas. Cuando emerge del infierno lo hace con un cuerpo renovado espiritualmente y radiante por haber viajadoa la profundidad. Ahora es en verdad la Reina del Cielo, por que ha conocidoy trascendido el infierno. Cuando una madre es convencida o incluso obligada a someterse a una cesárease convierte en una ofrenda de sacrificio igual que Inanna: debe descenderpor debajo del nivel egoico de consciencia al lugar donde el mundo terrenaldeja paso al alma. Es una víctima en el sentido original de la palabra,sacrificandose a si misma por el bien de su hijo. Al menos esa es lahistoria que les cuentan a muchas madres que han tenido cesáreas, sea ciertoo no (lo de que la cesárea salvó la vida de sus bebes). La madre ofrecerá su cuerpo, su mente y su alma al sacerdote/médico en el altar de la obstetriciasi esto puede ayudar a su bebé. La anestesia alterará su nivel deconsciencia, su alma viajará por el subconsciente. Será desnudada, su piel,sus músculos, sus vísceras serán manipuladas para que de a luz por cesárea.
Una vez que despierte podrá reclamar un nuevo cuerpo espiritual, una vez,claro está que haya integrado el namiciento y comprendido de que le sirvió asu alma el que su hijo naciera por cesárea.
Cuando las madres que se preguntan "¿de que sirve la cesárea?" se queden sinrespuestas, tendremos la oportunidad real de curar la epidemia. Sino,estamos intentando cambiar el sistema desde fuera. Mi impresión es quecuando las madres dejen de verse como víctimas y empiezan a verse comosanadoras, o chamanes, habrá menos cesáreas en la comunidad. Si por elcontrario siguen sientiendose heridas, culpables, avergonzadas de su experiencia en el parto, serán menos efectivas para cambiar la manera en quenuestra cultura da a luz.Cuando una madre que ha sido abierta empieza a sentir que su cesárea fue unviaje iniciático y se permite explorar los aspectos más profundos de la curación se libera una cantidad enorme de energía psíquica. Reprimir o negarel trauma requiere muchísima energía pero una vez que la experiencia seintegra (es decir, se siente, se expresa y se libera) toda la energía queantes se utilizaba para defenderse se libera para la acción creativa. Una madre que se sienta bendecida, incluso si ella nunca habría pedido de manera voluntaria la "bendición" de la cesárea ni volvería a pasar por ella, es másefectiva para educar a las demás, que una madre que se siente culpable y herida. Cuando Inanna emerge, lo hace radiante por su viaje a la oscuridad.Comparto este mito del descenso de Inanna porque es un arquetipo inusual demadre: la que se haenfrentado a la Muerte en el Parto y ha salido indemne. Las madres que dan aluz de manera natural conocen ese sentimiento de pelear con la Muerte por elalma del bebé que tiene que nacer, las madres que sufren la cesárea conocenalgo de la sombra del alma que una vez que se hace consciente servirá dematrona y de guía para todas las mujeres en el parto. Cuando una mujer da a luz conscientemente a menudo exclama: "Ahora sé que puedo hacer cualquiercosa". En ese glorioso momento, la mujer defiende su derecho pertenencia porel parto a la nueva especie de la evolución -el Homo Divinus- la de loshumanos que son dueños de su propia experiencia. Cuando la mitad femenina dela humanidad recuerde esto, no me imagino como será el mundo. Si no se nosmaltrata a las madres en nuestro momento más esencial de creatividad, y siincluso cuando la cesárea es necesaria la madre vive la cirugía como unviaje del alma, se alcanzará el equilibrio. Sin víctimas, sin opresores. Sinopresores, sin víctimas.
En la historia de Inanna queda claro que ellaeligió bajar a los infiernos, de la misma manera que las madres aceptan sudestino en el parto: sin victimizar a la Diosa en este milenio.Así es como yo veo a las madres: todas son diferentes rostros de la Diosa.
El rostro de Inanna me ha saludado cada vez con más frecuencia en numerososnacimientos de la últimas generaciones. Tiene un rostro firme, fuerte, y lashuellas de su sufrimiento y su alegría se reflejan alrededor de su ojos y de su labios. Habla apasionadamente, como la lava su mensaje que fluye más alláde sus palabras y el sonido de su voz es pura calidez. Nunca cesa depercibir, ella capta las ideas de aquí y de allá para alimentar el futuro.Gracias a su viaje conoce bien la oscuridad, está acostumbrada a losmatices, a las sombras y la penumbra, a las claves para ver más allá. Elrostro de Inanna siempre me invita a profundizar, a ir más lejos. Ellailumina los pasadizos más dificiles, y nos enseña a atravesar cada uno deellos de la mejor manera. Frente a frente con Inanna, veo a las madres del mundo entero, practicamente siempre pariendo de manera natural, porque lascesáreas ya no le servirán al mundo. De esto nos sirve ir al infierno yregresar, para aclarar el camino a las proximas generaciones de manera queel nacimiento pueda iluminar los rostros antiguos y nuevos de la Diosa.
Dedicado a Janice, sanadora extraordinaria.
10 de Enero de 1997Translated by Dr. Ibone Olza
* Retyping effort by Leilah McCracken at BirthLove.com
* This article retyped by Jill McDanal

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